martes, 2 de noviembre de 2010

DOCUMENTAL 3D DE LA HISTORIA DE LA F1

Así se graba a un F1 en 3D

El futuro de la Fórmula 1 son las tres dimensiones.

Va a tardar un par de años, pero las primeras pruebas se están realizando y no tardaremos mucho en vibrar aún más los domingos por la mañana… o de madrugada… o por la tarde… o por la noche… en fin, que habrá domingos en los que estemos deseando madrugar para ver cómo desde la otra punta del mundo una veintena de monoplazas evolucionan sobre el asfalto rugiendo como fieras mientras parecen corretear por nuestro salón.

Hoy vamos a hablar de un documental sobre los monoplazas que podremos ver el año que viene y que cuenta la historia de la Edad Dorada de la F1, y que mezclará las 2D y las 3D para meternos de lleno en los bólidos mediante diversas cámaras montadas sobre los mismos. Las (seguro) espectaculares imágenes pueden ser un apetitoso aperitivo de lo que pronto podríamos disfrutar en televisión.

Para mostrar la compleja experiencia del piloto de F1 nada mejor que montar unos armazones en torno al vehículo, llenarlos de cámaras y tratar así de hacer llegar al espectador las sensaciones que se pueden vivir circulando a velocidades vertiginosas a un palmo del suelo, protegidos por una escueta jaula metálica recubierta de plástico y una fe inquebrantable en la pericia al volante.

Y claro, ya puestos y aunque el documental es en 2D, pues nada mejor que colocar algunas cámaras adicionales capaces de obtener secuencias en 3D para un mayor realismo. Esto sucede en el circuito de Sonoma (California) en el marco de la carrera anual de clásicos, con toda esta parafernalia montada sobre un Ferrari de 1980, con motor de 12 cilindros y 515 caballitos de nada que en su día galoparon bajo las riendas de Gilles Villeneuve.

Se utilizan cámaras Panasonic AG-3DA1 y Silicon Imaging 3D y 2K grabando sobre discos de estado sólido, con lentes Schneider de 6 y 8 mm con el codec Cineform raw (Filmscan). Para las tomas tridimiensionales también se ha usado el prototipo 3D Go Pro Cam, un modelo que aún no está en producción.

En algunos momentos llegó a haber hasta 12 cámaras sobre los vehículos, lo que tiene realmente mérito por el poco espacio disponible para montar convenientemente los soportes para las mismas, pues en la carrocería de fibra de vidrio no puede apoyarse nada que pese por la fragilidad del material y el efecto que con las vibraciones podría ser desastroso de tener peso encima.

Ahora nos queda esperar a que terminen de rodar el documental, que se emita por televisión, que todos nos quedemos boquiabiertos y digamos “quiero eso cada domingo en mi tele 3D“.

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