Una animadora (o “porrista”, como descubrimos en los subtítulos amateur de “Heroes”) pertenece a un tipo distinto de tipología humana.
Siempre bella, siempre sonriente, siempre pizpireta, siempre dispuesta a jalear a su equipo hacia la victoria enardeciendo los ánimos de la afición que vitorea desde las gradas. Hasta hoy sólo si eras una de ellas podías llegar a conocer qué se siente cuando se tiene sobre tus pequeños, hermosos y delicados hombros la responsabilidad de mantener a la hinchada pletórica.
Hasta hoy, día en que a alguien se le ha ocurrido montar una cámara subjetiva sobre una animadora, con el resultado que podrás ver en el vídeo que te ofrecemos a continuación.
Saltos y cabriolas, gritos y consignas, pompones y minifaldas. Y acrobacias.
Los vítores que empujan a un equipo hacia la meta rival merecen un incentivo, y este lo proporcionan las animadoras. Creías que era una tarea fácil pero no tienes más que echar un vistazo a este espectacular vídeo para comprobar que los tiempos del clásico “¡dame una eme!” quedaron atrás, muy atrás.
Mientras evolucionas grácilmente desafiando la gravedad y giras sobre tus compañeros, que te han lanzado al aire, docenas de miles de gargantas aúllan. Y eso que aún no ha comenzado el partido. I love this game, too. Qué gran invento las pequeñas cámaras digitales.
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