Si la precariedad laboral ya es motivo de preocupación, imagínate si ni siquiera tienes que pagar a alguien por hacer bulto. Ya no servimos ni para eso. Esas películas en las que hace falta una grada llena de gente, o una mansedumbre (grupo de gente numeroso, aunque pacífico) o similar harán pasar a la Historia la digna profesión del extra. Alguien ha decidido que es mucho más económico reconvertir alguna empresa de muñecas hinchables en una fábrica de extras que no protestan, no se cansan, no pasan calor, hambre ni frío. Se mueven poco, pero no se puede tener todo. Y aún hay más.
Películas como la oscarizada “El discurso del rey” o “El luchador”, “Iron man 2″ y “Ocean´s 13″ han hecho uso de este ejército hinchable.
Una muchedumbre de hasta 30.000 personas reales en la práctica generaría una buena pesadilla logística y de organización, por no hablar de que se les haría insoportable a los pobres extras los interminables períodos de espera que se producen en los rodajes entre tomas. Evidentemente hablamos de planos en los que no se requiere detalla de los extras. Los que ocupen los puestos más cercanos a la cámara pueden ser figurantes humanos de carne y hueso y ya para las filas más alejadas tendríamos a los componentes hinchables.
Inflatable Crowd (Muchedumbre Hinchable) facilita además un extenso catálogo de ropa, pelucas, máscaras y otros accesorios para otorgar aún más apariencia de realidad a sus inanimados extras de plástico. Imaginamos que aportarán también un compresor o un campeón de apnea submarina para hincharlos a todos